Sobre el stress
Vivir
en este mundo de rutina, stress, cansancio, humos de coches, personas que miran
más el reloj que a su propia vida, no es nada fácil. Silencio. Párate un momento, tómate tu tiempo.
«Todo tiene su momento,
y cada cosa tiene su tiempo bajo el cielo: tiempo de nacer, tiempo de morir,
tiempo plantar, tiempo de arrancar…» (Eclesiastés 3, 1-2).
Vivimos atrapados en este
mundo de prisas y relojes. “Nos falta tiempo para todo”; y el caso es que
tenemos todo el tiempo del mundo, porque
todo tiene su tiempo bajo el sol. ¿Cómo ser libre en un mundo de esclavos?
Somos esclavos del reloj, de los horarios, de nuestro pasado, de nuestro
trabajo, del dinero, nuestros pensamientos, nuestros complejos… ¡son tantos los barrotes
que nos encierran! Y lo malo no es eso… Lo malo no es eso, lo malo es que no
dejamos que otros sean libres, tal vez por miedo, por miedo a lo desconocido, a
lo nuevo, a lo que no podemos controlar o maniatar.
Si
por lo menos, sintiéramos de vez en cuando la tranquilidad que da el
encontrarnos contigo. Quién sabe, algún día puede que no haya relojes, que el
dinero sea un “cuento de viejas”, y que el llanto no exista más entre los
hombres. Libéranos Señor, porque nosotros sólo no podemos. ¿Cómo liberar un
preso a otro preso?
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